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Preséntate

Soy Ainhoa Gordo. Graduada en Creación y Diseño y con un máster en Caligrafía y Tipografía.

Me encanta experimentar y aprender siempre cosas nuevas, de esta manera, nació mi amor por la caligrafía, con la que consigo poner pausa a cada día, definiendo cada proyecto a base de detalles, texturas y por supuesto, muchas letras.

AG Caligrafía se convirtió en 2015 en mi gran apuesta por unir todo lo que me apasiona y disfrutar así creando piezas únicas inspiradas en la naturaleza y en los momentos bonitos de la vida. Con el tiempo, me he especializado en realizar papelería personalizada para bodas y eventos de todo tipo y a día de hoy son el corazón de lo que hago.

​Originaria de esta preciosa ciudad, Hondarribia, donde tengo mi pequeño estudio, estoy encantada de colaborar en cualquier proyecto que suponga un nuevo reto.

¿Te consideras artista/emprendedora joven de Hondarribia? ¿Tu profesión es el resultado de tu trabajo creativo?

Nunca me he sentido demasiado identificada con la palabra artista, aunque es verdad que a modo de piropo me definen mucho así y por supuesto, lo cojo con cariño. Lo que soy ante todo es curiosa, no me gusta encasillarme demasiado en una etiqueta o una profesión concreta ya que he estudiado diferentes disciplinas e intento trabajar con ellas siempre de manera diferente. Por lo que respondiendo a la segunda pregunta creo que sí, mi profesión es el resultado de un trabajo de búsqueda y aprendizaje de diferentes materias y de intentar crear con la suma de todas. En cuanto a lo de emprendedora de Hondarribia, supongo que sí, he intentado buscar un camino muy personal que me haga feliz en todos los aspectos de mi vida y hacer lo que te gusta donde quieres es una suerte increíble.

Hondarribia es un pueblo pequeño-mediano que tiene una estrecha relación con el arte. Con frecuencia tendemos a relacionar artistas y trabajos creativos con grandes ciudades. ¿Cómo crees qu ese valora tu trabajo en este ambito/contexto?

No creo que en este caso nacer en una ciudad pequeña haya influido de manera negativa en mi trabajo. Hondarribia me encanta, como ya he dicho, es una suerte poder vivir y trabajar aquí, creo que es una fuente de inspiración constante para mí. He trabajado mucho sobre la ciudad, con ilustraciones y diferentes proyectos y puedo viajar para seguir estudiando a ciudades más grandes cuando tengo la oportunidad, que en el caso de la enseñanza ofrecen mayores posibilidades. Es verdad, que creo que es muy importante que se creen aquí espacios y acciones con las que nos podamos dar a conocer de manera más activa. Supongo que cada lugar tiene sus ventajas y desventajas y por eso lo mejor es no estar quieto y no perder nunca la ambición.

¿Diriges tu trabajo a un público determinado? Si es así, a cuál?

Siempre digo que mi estudio está completamente abierto a cualquier persona, creo que el hecho de realizar proyectos tan diversos hacen que realmente no tenga un público objetivo concreto. Tod@s hacemos regalos, sorprendemos alguna vez con detalles, celebramos eventos del tipo que sea o podemos necesitar en un momento dado, el diseño de cualquiera de los elementos de nuestra empresa por ejemplo.

¿Qué le dirias a Hondarribia?

Le diría que se cuide, que se siga cuidando como lo hace. Creo que en general somos un pueblo que se quiere mucho, que valora las maravillas que tiene y que apuesta por lo local. Me parece importante que siga siendo así, que cuidemos cada rincón y que lo hagamos de la misma forma con la gente que apuesta por crear algo aquí con ilusión, para que pueda mantenerse con los años y le siga aportando así cosas a Hondarribi de la misma forma que Hondarribi nos lo aporta a nosotr@s, ya que ambas piezas son vitales para que no se pierda la magia.